El Duque de Sussex decidió que su hijo tendrá una vida normal, muy lejos de la realeza…
Parece que los problemas del Príncipe Harry con su familia solo empeoraron con el nacimiento de su hijo Archie Harrison.
Cuando nació el bebé en mayo del año pasado, el programa E! News reveló que era posible que el hijo de Harry y Meghan Markle recibiera el título de Príncipe, pero que solo sería una decisión de la reina Elizabeth II.
Hay que recordar que solo el hijo mayor del Príncipe William, George, tenía derecho a ser nombrado Príncipe, pero la Reina luego les otorgó a Charlotte y Louis el importante título también.
Se esperaba que Archie fuera nombrado Príncipe durante su bautismo, al igual que la Princesa Charlotte y el Príncipe Louis, hijos de William y Kate Middleton, pero eso no sucedió e incluso la reina no estuvo presente en la importante celebración.
La historiadora real Marlene Koenig justificó en aquella época que al nacer, el bebé recibiría solo el reconocimiento de Conde de Dumbarton, pero ella dijo que los duques de Sussex decidieron rechazar el título de conde, justificando que quieren ‘una vida normal’ para su hijo.
Koenig afirma que Harry siempre se sintió ‘menos’ en la familia real, y en varias ocasiones quiso renunciar a la realeza, pero ahora que es padre, se dice que no soportó este tipo de ‘desprecio’ a su propio hijo.
Una fuente dijo a la revista Grazia: «Continúan culpando a la duquesa [Meghan], pero ella no tiene absolutamente nada que ver con eso, su único ‘problema’ fue apoyar la decisión de su esposo».