Los fiscales estadounidenses quieren la colaboración de la policía británica para obligar al hijo de la reina a testimonear.
El príncipe Andrew, hijo de la reina Elizabeth II, se involucró en un escándalo cuando su nombre se vio involucrado en la controversia de Jeffrey Epstein, un hombre acusado de pedofilia que terminó muriendo en prisión.
Ahora, según NBC News, los fiscales en Nueva York han pedido al gobierno británico que hable con Andrew como parte de la investigación, que las autoridades quieren que sea lo más exhaustiva posible.
El fiscal estadounidense Geoffrey Berman había anunciado esta medida en marzo, cuando dijo que consideraría una acción legal después de que los representantes del príncipe Andrew cerraron la puerta para un posible testimonio.
«A diferencia de la oferta pública del Príncipe Andrew de cooperar con nuestra investigación sobre los conspiradores de Epstein, una oferta transmitida a través de un comunicado de prensa, el Príncipe Andrew ahora ha cerrado completamente la puerta a la cooperación voluntaria», dijo Berman, informando que ahora Su oficina está analizando opciones.
Mientras tanto, el Palacio de Buckingham declinó hacer comentarios. Otro portavoz también dijo que no podía confirmar ni negar la existencia de solicitudes de asistencia legal mutua.
Según la BBC, si Andrew, que ha dejado sus deberes reales por el escándalo, no da voluntariamente su testimonio sobre el caso, puede ser obligado por la corte para responder preguntas.