La cantante quiere destruir financieramente a su ex marido, quien se desempeñó como su manager durante varios años.
El divorcio de Kelly Clarkson se ha convertido en un verdadero desastre: ha presentado documentos en los que acusa a su ex marido de defraudarla por millones.
La cantante presentó los documentos, obtenidos por TMZ, ante la Comisión Laboral de California, alegando que Brandon Blackstock, quien también se desempeñó como su gerente personal durante su matrimonio, le cobró de más por sus servicios.
Y ella quiere que le devuelvan el dinero.
Kelly fue demandada por la compañía de Brandon, Starstruck Management, en septiembre, alegando que les debía US$ 1.4 millones en comisiones.
El abogado de la firma, Bryan Freedman, dice: «Es lamentable que Kelly vuelva a intentar evitar el pago de comisiones adeudadas a Starstruck para tratar de lograr alguna ventaja percibida en sus procedimientos de custodia y divorcio en curso».
Kelly y Brandon se pelearon anteriormente por la custodia de sus dos hijos después de que Blackstock les preguntara si podían quedarse con él en el rancho familiar de Montana. Clarkson exigió que se quedaran con ella en Los Ángeles y un juez estuvo de acuerdo con ella.
Brandon actualmente puede ver a los niños cada dos fines de semana.