Los planes de la duquesa de Sussex desde el inicio fue lograr su «independencia financiera» con acuerdos millonarios.
Meghan Markle y el príncipe Harry apenas pasaron dos años como pareja de casados en la familia real y apenas unos meses después de su partida por la «independencia financiera» han conseguido múltiples acuerdos millonarios.
La pareja ha recaudado alrededor de US$ 40 millones de su contrato de podcast (cantidad que podrá crecer hasta los US$1000 millones) de varios años con Spotify, así como US$ 100 millones de Netflix.
Si bien estos números son impactantes, parece que la pareja estaba sentando las bases mucho antes de que sus verdaderas intenciones se hicieran públicas.
Durante su descanso en la isla de Vancouver, se dijo que Meghan estaba trabajando en el lanzamiento de la extensión estadounidense de su organización benéfica Sussex Royal.
Si bien la Reina, más tarde, les impidió usar la palabra «royal» después de su partida, se dice que Meghan todavía está vinculada con el publicista que conoció en Canadá.
La compañía de relaciones públicas todavía se pagaba en forma privada, lo que dio una pista temprana de que el duque y la duquesa de Sussex querían separarse de la familia.
«Lo más interesante es que Meghan siente que si bien la organización benéfica [Sussex Royal] será una empresa mundial, ella ve a los círculos empresariales estadounidenses y de Hollywood como la clave para la recaudación de fondos», dijo una fuente a la periodista Erin Vanderhoof.
«Meghan siente que concentrarse en la recaudación de fondos en Estados Unidos le reportará decenas de millones de dólares rápidamente. Incluso en sus años más jóvenes en Hollywood, quería trabajar para crear una organización benéfica internacional que cambiara vidas.
«Ahora que tiene la plataforma y el perfil de ser una miembro de la realeza británica, realmente puede construir este plan», dijo la peridista.