Al ventilar sus problemas personales públicamente, ha incomodado a miembros de la familia.
Meghan y Harry están siendo incómodos para la realeza británica, ya que están rompiendo con los estrictos protocolos y han expresado sentimientos que según la tradición, se los deben guardar dentro de su círculo familiar privado.
Un consejero de la Casa Real Británica, declaró al The Mail On Sunday: “La familia real tiene muy claro que los temas personales que se tengan que tratar, se deben debatir y discutir de puertas adentro”.
Lo paradójico de esta declaración es que la hizo a la prensa, cuando él mismo acababa de decir que la familia real debe proceder con mucha discreción, y no expresar a ningún medio sentimientos o emociones.
Lady Glenconner, quien era dama de compañía de la princesa Margaret, se atrevió a decir: “Todos esos llantos y empeños en revelar sus sentimientos son basura”.
Las lágrimas de Harry al recordar el embarazo de Meghan, así como la defensa que hiciera el príncipe ante el acoso de la prensa hacia su mujer, han sido duramente criticadas, y es que Harry recuerda perfectamente cómo su madre era acosada por medios británicos e internacionales, y un terrible accidente en donde Diana pierde la vida es resultado del acoso y persecusión protagonizada por unos paparazzi en París.
Los duques de Sussex quieren huir unos días de la prensa británica, y viajarán a Los Ángeles para pasar unos días con la madre de Meghan, y celebrar en familia Acción de Gracias con la familia materna del pequeño Archie.