Explosiva pelea entre David Faitelson y José Ramón Fernández: de ‘sicario’ a ‘drogadicto’
Y sigue la guerra de declaraciones entre los dos periodistas de deportes…
El periodismo deportivo mexicano está en ebullición tras un enfrentamiento público sin precedentes entre dos de sus figuras más emblemáticas: David Faitelson y José Ramón Fernández. Lo que comenzó como una crítica en un programa de ESPN el 7 de mayo escaló rápidamente a un intercambio de acusaciones personales que ha dejado atónitos a los seguidores de ambos comunicadores.
El conflicto estalló durante una transmisión de SportsCenter en ESPN, cuando José Ramón Fernández, de 79 años, calificó a un periodista de TUDN como “sicario del periodismo” sin nombrarlo directamente.
Fernández acusó a este comunicador de ser contratado por Televisa para defender los intereses de Emilio Azcárraga y atacar a Grupo Pachuca, propietario del Club León, tras su exclusión del Mundial de Clubes 2025. Los panelistas Sergio Dipp y Dionisio Estrada mencionaron a David Faitelson, de 53 años, dejando claro que era el blanco de las críticas. Fernández afirmó que el periodista en cuestión había recibido “dos viajes a Europa con todo pagado” por Grupo Pachuca, insinuando una falta de imparcialidad.
Faitelson, ahora comentarista estrella de TUDN, no se quedó callado. A través de una serie de publicaciones en X, respondió con dureza. Primero, aclaró que Grupo Pachuca cubrió su boleto a Europa como parte de su rol en el Salón de la Fama, pero mostró comprobantes de que él pagó los gastos de su esposa, Irene. Luego, señaló un conflicto de intereses en Fernández, ya que su hijo, José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo, trabaja para el Club León, parte de Grupo Pachuca.
“Hay un claro conflicto de intereses que le ciega a usted de ver la ilegalidad en la que vive ese grupo”, escribió Faitelson.
Sin embargo, la respuesta más impactante llegó en su tercer mensaje, donde Faitelson acusó a Fernández de haber tenido “graves problemas con el consumo de cocaína” durante sus últimos años en TV Azteca.
Según Faitelson, esto llevó a que Ricardo Salinas Pliego, dueño de la televisora, lo separara de su cargo y lo enviara a España con su esposa para rehabilitación. “Espero que en realidad se haya recuperado”, añadió, en un tono que muchos interpretaron como sarcástico. Salinas Pliego, al ser cuestionado en X, evitó confirmar o desmentir la acusación, pero dejó entrever que su relación con Fernández terminó mal, diciendo: “Esa historia ya la cerré, y no acabó de bonita manera”.
El 8 de mayo, Faitelson intensificó la disputa con un nuevo mensaje en X, declarando: “No permitiré que nadie me ofenda ni lastime mi reputación. Fueron más de 30 años de maltrato emocional, psicológico y hasta físico. Se metió con mi cuerpo, con mi fe, me humilló y aplastó mi autoestima bajo el disfraz de ‘maestro’”. Sin nombrar directamente a Fernández, sus palabras apuntaron claramente a su exmentor, con quien trabajó desde los años 80 en Imevisión, TV Azteca y ESPN.
La relación entre ambos, alguna vez de maestro y pupilo, se fracturó tras la salida de Faitelson de ESPN en 2023 para unirse a TUDN, una decisión que Fernández criticó duramente, acusándolo de traicionar sus principios al trabajar para Televisa, empresa que ambos solían cuestionar. Incidentes previos, como Fernández mandando callar a Faitelson en vivo o no agradeciendo un mensaje de cumpleaños de Faitelson en abril de 2025, ya habían evidenciado la tensión.
El escándalo ha dividido a los fans en redes sociales. Algunos apoyan a Faitelson, argumentando que Fernández lo atacó primero: “Joserra empezó, Faitelson solo se defendió”, escribió un usuario en X.
Otros critican a Faitelson por cruzar una línea ética al revelar supuestos problemas personales: “Hablar de adicciones de un colega es ruin”, comentó otro. El influencer Adrián Marcelo también intervino, defendiendo a Faitelson pero generando más controversia al decir que “la televisión es de drogadictos y homosexuales, no de conservadores bien portados”.
Ricardo Salinas Pliego, aunque reacio a profundizar, cerró su intervención con un mensaje en X que alimentó las especulaciones: “Que sea Dios quien lo juzgue”.