La monarca y su marido Philip pasarán a residir en Windsor, viajando regularmente a Londres.
La reina Elizabeth II de Inglaterra cambia los protocolos que guardaba desde hace muchos años, y no regresará al palacio de Buckingham debido a la pandemia.
La monarca pasa los veranos en el castillo de Balmoral, tradición que guarda desde que era una niña, y terminando el verano se trasladaba a Londres, al palacio de Buckingham y se instalaba allí. Pero este año se ha modificado esa costumbre, y tanto la reina como su esposo el príncipe Philip, se instalarán en el castillo de Windsor, desde donde atenderá sus asuntos y viajará a Londres cuando sea necesario presidir algún compromiso oficial.
Se decidió esto para reducir los riesgos de un contagio, ya que en Windsor es más reducido el número de empleados que están en contacto con la reina.
Como se sabe, el Reino Unido es uno de los países europeos donde la pandemia ha cobrado muchas víctimas, y con la llegada del otoño se espera un repunte en el número de contagios.