Al aclararse la paternidad del hijo de Marjorie de Sousa, se habla de la posibilidad de una nueva oportunidad al amor.
Geraldine Bazán y Gabriel Soto podrían estar cerca de una reconciliación, después de 7 meses de separación, y ya iniciados los trámites del divorcio.
Después de la tormenta viene la calma, dicen, y al parecer eso es lo que ha pasado entre Bazán y Soto, sobre todo después de saberse a través de la prueba de ADN que el hijo de Marjorie de Sousa sí es de Julián Gil y no de Gabriel, como se había pensado.
En las entrevistas, Geraldine ya no dice un ‘no’ rotundo a regresar con su marido, como lo hacía hace algunas semanas, ahora sólo sonríe y deja la posibilidad abierta.
No sería la primera vez que esta pareja regresara, pues han tenido varias crisis y separaciones a lo largo de su relación, aunque esta ha sido la más prolongada y la más problemática, pero al parecer el amor entre ellos es más grande que cualquier situación, y sus hijas son un gran motivo para que pudieran volver a estar juntos.