La monarca está transformando a su nieta, la princesa Eugenie y a su esposo, Jack Brooksbank, en sus nuevos aliados.
Dado que ya no puede contar con los duques de Sussex para seguir sus compromisos y labores reales en el Reino Unido, la reina Elizabeth II está transformando a su nieta, la princesa Eugenie y a su esposo, Jack Brooksbank, en sus nuevos aliados en los asuntos de la realeza.
Según el diario The Sun, la reina planea «mover los hilos» para que Eugenie y Jack tengan roles de embajadores en Australia y se trasladen a ese país, a fin de tener una representación constante allá.
El informante del periódico revelé: «Ella quiere que Eugenie y Jack se muden a Australia durante parte del año, y quiere mover los hilos para que ellos tengan el papel de embajadores en el país», dice la fuente.
«La reina entiende que la realeza no puede hacer muchas paradas en varios países hasta que el virus sea derrotado, pero una presencia permanente en Australia con su nieta y su futuro bisnieto parece una buena jugada», justifica la fuente de palacio.
La noticia de que la reina quiere que la pareja se mude se produjo poco después de que Eugenie y Jack se instalaran en la casa del príncipe Harry y Meghan Markle en Frogmore Cottage.
En noviembre del año pasado, se dijo que la pareja se trasladó a vivir en la casa de los Sussex para esperar la llegada de su primer bebé.
En ese momento, una fuente cercana dijo a la revista HELLO! que ‘Harry y Meghan estaban felices’ de ofrecerle a su prima un lugar para quedarse.
«Estaban felices de poder abrir su casa a la princesa Eugenie y Jack mientras forman su familia».
Sin embargo, parece que todo fue temporal, ya que los futuros padres se quedaron en Frogmore Cottage por solo seis semanas. Según The Sun, Eugenie y Jack se regresaron misteriosamente al Palacio de Kensington, donde tienen su lujoso departamento.