La actriz condisera que estaba «vulnerable» tras someterse a una limpia espiritual, por ello aceptó casarse con Jon Peters.
Pamela Anderson culparía a una ‘limpia espiritual’ el fracaso de su último matrimonio, el cual ocurrió doce días después de su boda con el productor Jon Peters.
La actriz y modelo había terminado su romance con el futbolista Adil Rami, entre escándalos por malos tratos durante su relación. Al parecer Pamela ya se había resignado a la soltería y estuvo unos días en la India, donde se sometió a una serie de rituales, incluida una limpia espiritual para atraer positivismo a su vida.
A solo unos días de haber vivido esa experiencia, se reencontró con Peters, con quien ya había tenido una relación hace más de tres décadas. Al ya conocerse desde hace tanto tiempo, decidieron casarse en tan solo unos días de haber reanudado un romance.
Según publicó Six Page, una fuente cercana a Pamela, la modelo culpa a la ‘limpia espiritual’ de este fracaso, pues dice que esta experiencia le dejó el ‘corazón muy abierto’, combinado con el mal carácter de Peters, quien quería anular las actividades humanitarias de Pamela, quien está dedicada a la protección y defensa de los animales.
Afortunadamente la pareja no había oficializado su unión, pues faltaba que presentaran algunos documentos para hacer válido su matrimonio.