Lupillo Rivera cree que muerte de Jenni Rivera no fue un accidente

El cantante se abrió sobre el asunto en su libro autobiográfico…

En una revelación impactante, Lupillo Rivera reveló en su libro autobiográfico recién lanzado en donde profundiza en la trágica muerte de su hermana Jenni Rivera que no cree que el fallecimiento de la icónica artista haya sido un simple accidente.

Jenni Rivera perdió la vida en diciembre de 2012 cuando la avioneta Learjet en la que viajaba se precipitó en un paraje montañoso cerca de Monterrey, Nuevo León, tras despegar del aeropuerto local.

En las páginas de su obra, Lupillo detalla las dudas que lo atormentan sobre la versión oficial. Durante una entrevista, el cantante explicó que su escepticismo nace de un fragmento de audio que le permitieron escuchar entre la torre de control y el piloto:

“Era una insistencia desesperada: ‘Ese avión tiene que despegar, va a despegar sí o sí’. Me advirtieron: ‘Solo lo oirás una vez’, y de inmediato lo cortaron”.

Además, el intérprete de corridos compartió una conversación privada que mantuvo con el propietario del rancho donde impactó la aeronave, un detalle que guardó en secreto incluso de su familia.

“Le pregunté cómo era la rutina en ese lugar. Me respondió: ‘Criamos cabritos; mi hermano tiene su rancho y yo el mío. El avión de tu hermana cayó justo aquí. Esa madrugada, a las 4:30, cuando aún estaba oscuro, mi hermano empezó a alimentar a los animales. De pronto, el cielo se iluminó de rojo; los cabritos huyeron despavoridos. Él miró hacia arriba: vio un destello que se encendió y apagó en segundos, solo alcanzó a oír un silbido agudo’”.

Esa descripción llevó a Lupillo a teorizar que la avioneta explotó en pleno vuelo y no se incendió al chocar contra el suelo.

“El señor insistió en que no venía en llamas, pero el silbido era inconfundible. Tiempo después, al visitar el sitio, noté que el cráter era mínimo, solo la marca del morro; un avión que cae a esa velocidad debería dejar un pozo enorme”.

El momento más crudo llegó al hablar del reconocimiento del cuerpo: “Me citaron para una prueba de ADN y no entendía por qué. Mis hermanos intuíamos algo, pero evitábamos decirlo. El estado de Jenni… era devastador, no estaba completa”, recuerda.