El actor además admite que es muy quisquilloso con la comida, y si no le gusta, no se lo come.
José Ron confiesa no ser buen cocinero, y que desde niño siempre ha sido muy quisquilloso con la comida, y cuando algo no le gusta prefiere no comer.
El actor en estos días de tanta variedad y excesos de comida, recordó lo que hacía de niño: “recuerdo que cuando mi mamá hacía cremas de calabaza, habas o verduras como brócoli, coliflor, ponía una servilleta, la echaba ahí, me la metía en la bolsa y me iba al baño a tirarla”.
Ahora comprende que eso no estaba bien, y menos está dando eses consejo: “Hay que comer, en primera porque hay mucha gente que no tiene dinero para comprar ni lo básico, y también porque las mamás o las abuelas lo hacen con mucho cariño, no se vale desperdiciar”.
Ron confiesa que no es bueno para cocinar, y que cuando tiene qué hacerlo, se prepara algo sencillo como quesadillas o sándwiches.