El rapero no habría soportado la vida de encierro por la cuarentena, por lo que se fue a Wyoming y dejó a Kim y a los niños en casa.
Según una fuente de la revista US Weekly, los problemas entre Kim Kardashian y Kanye West comenzaron en marzo del año pasado con la cuarentena del coronavirus.
Kanye estaba «luchando por adaptarse» a la vida en cuarentena cuando decidió mudarse a su rancho en Wyoming, sin Kim y sus hijos.
«Una cosa es segura: Kanye es el tipo de persona que no puede quedarse callado y se vuelve loco cuando está atrapado en casa», agregó la fuente.
Mientras Kim entretenía a sus hijos en casa, adaptándose también a tiempos de pandemia, el rapero ‘huyó’ a su estudio en busca de paz y tranquilidad. Y eso fue lo que Kim no perdonó.
La socialité trató de pasar tiempo con él en Wyoming, pero el estilo de vida «productivo» de West no agradó a la socialité y empresaria.
«Es muy individualista … tiene un estudio en su casa de Wyoming, así que iba a sus sesiones de estudio todos los días … y no era por unas pocas horas. Por lo general, no volvía hasta las 3 de la mañana , dejando a Kim sola con los niños, esperándolo ”, continuó la fuente.
«Y cuando Kanye llegaba a casa, Kim solía desmayarse en la cama, de estar tan cansada. Se dormía con los niños a su lado como compañía (…) se cansaba de eso», justifica la informante.
Este ‘comportamiento’ de Kanye decepcionó a Kim:
«Con el bloqueo y la cuarentena, pensó que iba a tener a Kanye a su lado, pero solo fueron unas pocas semanas que soportó este encierro», dice.
Según la prensa estadounidense la pareja se separa y prepara a los niños para el divorcio.