Martha Higareda revela que estuvo al borde de la muerte tras dar a luz
Lo que debía ser el momento más feliz en la vida de Martha Higareda, se transformó en una angustiosa batalla por sobrevivir. Tras semanas de silencio después del nacimiento de sus gemelas el pasado noviembre, la actriz mexicana reapareció este martes para compartir un testimonio estremecedor: estuvo a punto de morir debido a una preeclampsia severa.
Seis horas de terror
Higareda, de 42 años, relató que tras regresar a casa con sus recién nacidas (una de las cuales ya había tenido que pasar por cuidados intensivos), su salud colapsó repentinamente. Su esposo, Lewis Howes, tuvo que llevarla de urgencia al hospital cuando su presión arterial se disparó a niveles críticos de 215.
«Esa primera noche, en esas seis horas, estuve entre la vida y la muerte», confesó la protagonista de Amarte Duele. Los médicos lucharon incansablemente para estabilizarla mientras su cuerpo enfrentaba el diagnóstico de preeclampsia posparto, una condición peligrosa que la obligó a volver a emergencias dos veces más en el último mes y medio.
Una experiencia espiritual
En medio del caos clínico, Martha asegura haber vivido un momento sobrenatural mientras su vida pendía de un hilo. «Viví una experiencia espiritual en donde se me mostró qué ocurriría si me quedaba o partía», describió.
Según sus palabras, fue la fe lo que la ancló a este mundo. Mientras su esposo sostenía su mano física, ella sintió que una fuerza divina la sostenía espiritualmente: «Sé que Dios y el Rosario me salvaron… Jesús sostenía mi corazón».
El milagro de la vida
Hoy, tanto Martha como sus dos pequeñas se encuentran fuera de peligro y en proceso de recuperación plena. La actriz cerró su mensaje con una profunda gratitud hacia el equipo médico (Dr. Gerardo Barroso y Dr. Gil Franco) y su familia, reconociendo que, tras mirar al abismo, ha recibido una segunda oportunidad para disfrutar el milagro de ser madre.
«Con profunda gratitud a Dios, estoy viva», sentenció, marcando el inicio de una nueva etapa donde la maternidad cobra un valor aún más profundo tras el susto.

